BMW X5
La nueva generación del BMW X5está
a la venta en España desde finales de 2013. Su estética no varía en
exceso respecto a su predecesor, pero destaca por la suspensión
neumática en el eje posterior, así como por sus nuevas soluciones
aerodinámicas y, sobre todo, por un batallón de novedades tecnológicas
que elevan la conectividad al máximo. Tanto en su versión diésel, como
el potente motor V8 de gasolina, el nuevo BMW X5 es
un coche intachable. La progresividad de la dirección hace que casi en
ningún momento se tenga que hacer ejercicio al volante –solo en
maniobras-; el chasis se adapta rápidamente a las condiciones de la vía y
a la velocidad. Fuera de camino, el BMW X5 se
comporta a la perfección, solo las ruedas de carretera y un ángulo de
ataque algo reducido para un SUV –se buscaba la aerodinámica por encima
de todo- hacen que haya que pensárselo un poco para entrar en algunas
zonas. La caja de cambios que viene de serie con todos los acabados del
nuevo BMW X5 es una automática con ocho relaciones, que incluye levas en el volante y función launch control. Por fuera, el BMW X5 no
va a marcar ninguna revolución respecto a sus dos generaciones previas,
pero sí que representa una importante evolución. En el frontal, las
ópticas, las líneas que recorren el capó y la parrilla de color aluminio
que sobresale exageradamente en sus característicos riñones son sus
elementos más característicos. En el lateral, las ventanas parecen haber
engordado un poco y los materiales y ajustes han ganado en calidad,
aunque lo que más llama la atención es la apertura que hay justo detrás
del cuadrado paso de rueda delantero. Se trata de uno de los canales de
desalojo de flujo de aire -air breathers-, y es que el nuevoBMW X5 es
el primer SUV de la marca en incorporar la cortina de aire, una
solución ideada en el túnel de viento que elimina las turbulencias
producidas por las ruedas. Gracias a esta cortina, el gran alerón
posterior y otras medidas de la paleta de EfficientDynamics, el nuevo X5 tiene un Cx de solo 0,31 (versión 3.0d).
En
el interior, el diseño en varias capas y volúmenes de todas las
superficies es de lo más acertado, con una muy lograda sensación
envolvente en las plazas delanteras donde el salpicadero parece
prolongarse por las puertas. Los materiales son de muy buena calidad y
en cada rincón imaginable hay una pequeña luz LED de cortesía cuyo color
se puede cambiar desde el mando central a azul, blanco o naranja. Hay
nueve diferentes combinaciones con las que se llega a tener la impresión
de estar en un coche diferente según el día. La segunda fila es ahora
mucho más cómoda que en la anterior generación del BMW X5. Los
asientos son calefactables –por primera vez en el modelo-, disponen de
algo más de espacio para las piernas y, además, pueden inclinarse hasta
10º grados y desplazarse horizontalmente hasta 80 mm. El BMW X5 ha
dado un importante salto adelante en el apartado tecnológico y de
conectividad, ya que está equipado con iDrive táctil y Connected Drive
con conexión a Internet incorporada y aplicaciones propias.
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